sábado, 28 de marzo de 2009

Científica y madre

Flipo mucho con ese anuncio que hay de ¿detergente? ¿potitos? ... en fin, algo para niños (cuando me acuerde lo pondré) en el que un señora, aún joven dice:

"Hola, soy científica y llevo tropocientos años investigando cómo el bífidus activo reacciona con las protoalbuminasas beta bajo el efecto de los rayos gamma, y por tanto, estoy cualificada para decir que este producto es bueno. Pero lo realmente importante es que, además, como soy madre, yo sí sé cuidar de mis hijos, así que AHORA SÍ ME DEBES CREER QUE ESTE PRODUCTO ES BUENO (¡¡¡!!!)"

Vamos: que si una científica no tiene churumbeles, ¡no te fíes de ella!. Por muchos premios Nobel, Príncipe de Asturias y estupideces por el estilo que haya conseguido, da igual; ¿que ha dedicado su vida a la investigación y ha revolucionado la químicamoderna? ¡Naaadaaaa! ¡Eso no es ná! Lo que hay que mirar es cuántos descendientes ha tenido, porque a mayor número, mayor sabiduría para todo. A partir de 6, jefa de investigación biomolecular: si tiene 12 o 14, entonces el Nobel es automático.

No tengo nada en contra de las madres, más bien al contrario, pero de ahí a que la maternidad confiera sabiduría... por cierto, los hombre que son padres, ¿de qué saben más que los expertos por el hecho de serlo? ¿de economía? ¿bebidas alcohólicas? ¿burocracia ? ¿o quizá los hombres no saben de nada?

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